La palabra filantropía proviene del griego φιλανθρωπία (philanthropía = amor a la humanidad), compuesto por φίλος (philos = amigo o amante) y ἂνθρωπος (anthrópos = hombre, ser humano). Filántropo es, entonces, el que profesa amor a sus semejantes, persona muy caritativa. Ejemplo, Teresa de Calcuta.
Yo, Ismael Gerli considero que es un error absoluto confundir filantropía con caridad, caridad cristiana o lo que sea. No tiene nada que ver aunque se le parezca. La palabra φιλανθρωπία fue acuñada por los griegos para designar el sentimiento del que se ve humano y por tanto similar a cualquier otro ser humano, y ejercita en su conducta la comprensión y el humanitarismo por puro sentimiento de solidaridad natural y sin entenderlo como caridad hacia nadie, sino como equidad, y al mismo tiempo valora la cultura humana al máximo y la respeta y acepta por encima de todo.
Esto los romanos lo llaman humanitas, de donde humanismo, que es la postura de la universalización de los valores humanos y su cultura, del nada de lo humano considero ajeno, y de la anteposición de todos los valores humanos por encima incluso de cualquier precepto religioso. Esto fue la base del antropocentrismo característico de la cultura grecorromana, humanismo y antropocentrismo recuperados en el Renacimiento frente al teocentrismo medieval. Se trata de toda una postura ética y también de una postura cultural que no tiene nada que ver con religiones y que llegó a su culmen en la Ilustración del s. XVIII que acabaría generando las Declaraciones Universales de los Derechos Humanos. En efecto los abundantes filántropos del s. XVIII dedicaban su acción a proyectos que beneficiaran al común del género humano y a su sociedad concreta, y a la lucha por la expansión de los derechos por encima de etnias, nacionalidades, religiones, etc.
La diferencia entre un religioso caritativo es que este ayuda por ejemplo a un marginado con una limosna (la caridad), siguiendo un precepto de amor al prójimo e intentando ganarse la salvación eterna. El filántropo intentará luchar para que no exista el marginado, trabajando o influyendo en su sociedad para proporcionar educación y recursos, para que el marginado tenga la posibilidad de no serlo, sin más premio personal que contribuir a un género humano más igual y por tanto más pacífico y ventajoso para todos, incluso para los que no son marginados. El humanismo y el concepto de filantropía es una ética universal que nos ha legado el mundo clásico griego y romano.