Me acuerdo que de adolescente cuando mi papá me daba mi mesada, lo primero que yo hacía era gastar ese dinero en una pequeña bodega que quedaba a una cuadra de mi casa, me encantaban los dulces, especialmente un chocolate que ni recuerdo su nombre pero que era indudablemente delicioso, pero eso sí, el dinero lo gastaba completito hasta que un día mi padre se sentó conmigo y me dijo: “Ismael, tienes que conocer realmente el valor del dinero, nunca lo ames ni te afanes a él porque te convertirá en otra persona, recuerda que solo es un recurso temporal que te servirá para comprar cosas o adquirir algo que necesites, por lo tanto, quiero enseñarte a ahorrar y saber utilizarlo para que lo aproveches mucho más que comprando unos dulces”
En ese momento, mientras mi padre me enseñaba a ahorrar, recuerdo que terminó sus palabras diciéndome un versículo bíblico que está en Lucas:18:25 “Porque es más fácil que un rico entre por el ojo de una aguja, que un rico al reino de Dios”. Realmente no entendía que tenía que ver el ahorrar con este versículo, hasta que un día comprendí que mi papá quería que fuese ahorrativo pero que no me afanara al dinero.
Luego de mis años de experiencia, he aprendido ahorrar y podría mencionar algunos pequeños consejos para ahorrar que te podrían servir:
- Ahorrar dinero responsablemente, tomar parte de tus ganancias y ahorrar un pequeño porcentaje.
- Evitar endeudarse.
- Establecerse una meta de ahorro razonable. A veces pretendemos ahorrar dinero que no tenemos y terminamos gastando más.
- Llevar un presupuesto de tus ingresos y egresos. Un caramelo diario de 0.50$ por 1 mes son 15$. Evitar gastos hormiga
- Busca utilizar el dinero sabiamente, invierte y multiplica el dinero.
- No desanimarse ya que esto es un reto fuerte.
- No gastar más de lo que ganas.
- Utilizar el dinero de manera sensata. A veces nos cohibimos de gastar dinero en cosas por el simple hecho que pensamos que es caro, ¿pero realmente vale la pena? ¿Puedes vivir sin eso? ¿Es muy importante?
- No retrases el pago de tus deudas, mientras más retrasos, tendrás que pagar más intereses.
- Abrir una cuenta de ahorro o a plazo fijo que te genere intereses en un banco y olvídate de él. Así tendrás reservas ante cualquier emergencia que te surja.
Ahorra hoy y tendrás mañana.