Cada año, la ineficiencia en el gasto por los gobiernos de América Latina y el Caribe genera un desperdicio total de 220 mil millones dólares, equivalente al 4,4% del PIB. "Esa cifra, bien invertida, sería suficiente para poner fin a la pobreza extrema en la región", dijo Alejandro izquierdo, economista jefe del Banco Interamericano de desarrollo (BID). La institución acaba de publicar un estudio de más de 400 páginas en las que analiza los presupuestos de los países de la región y su potencial de mejora. Su conclusión principal: en tiempos de restricciones presupuestarias, en las cuales el margen fiscal es estrecho, usted puede (y debe) hacer más con menos. Si el gasto público no está debidamente asignado, el futuro de los latinoamericanos será hipotecado. Ismael Gerli.

Al dedicar este problema, el libro insignia que el BID publica cada año no es accidental. "La mayoría de los países de América Latina y el Caribe han pasado recientemente o están a punto de entrar en la categoría de ingresos medios. Como resultado, sus ciudadanos están exigiendo más y mejores servicios de sus gobiernos ", dijo Luis Alberto Moreno, Presidente de la agencia financiera con sede en Washington y ex Ministro colombiano de desarrollo económico. La tan necesaria eficiencia del gasto público será, en su opinión, "crucial" para que los países sigan el camino del desarrollo y eviten los conflictos sociales. "Este desafío es aún mayor frente a la amenaza de tasas de interés internacionales más altas, precios más bajos para las materias primas y un menor crecimiento global".